Poemas de Isolda Dosamantes:



Claustro de Santa Martha

Mi hábito son los valles de concreto
sé que el polvo no tiene sabor tierra
el polvo se detiene
es una nube gris
es la ceniza
del tiempo en la memoria.

Tengo prisa y el tiempo se dilata
el microbús
en cada esquina frena
el reloj avanza a ritmo de polvo
se cuela el aroma del pescado
central de abastos.

El reloj camina
avanza el micro unas calles
(te acuerdas de tu casa invadida de grillos
eres una cucaracha en el concreto
un espectro que mira el sol rumbo al trabajo
no te han llamado
te has quedado en la prisión de los escombros)
un enfrenón te arrastra hacia adelante
un grito seco
el chofer que seca su cara del hastío
ante el suicida de una moto,
arranca, se detiene
ya pronto llegas a valle de concreto
donde eres una estatua inamovible.




Noche de luna


I

Invades las paredes con tu aroma
bajo tu efecto escribo.

Desde el silencio van surgiendo estas palabras.

II

Quiero ser parte de él no del naufragio.

III

El vacío, corteza que me cubre,
enredadera,
hierba mala,
me hace romper en mil personas
en seres descompuestos que deambulan.

IV

Escribo desde el vértigo del agua
convertida en escarcha,
desde las cuatro paredes de mi celda,
desde el pozo donde todo es oscuridad
y los duraznos encienden
las noches de aguamiel
evaporadas al canto matutino del chupamirto.

V

Escribo con el sueño en la mano,
el de encontrarlo bajo la sombra de un tepozán
con la luz del sol y el trino del cenzontle;
la noche avanza con olor a tabaco,
esperaré un alba con más luz.

 



Rinconcitos del alba




Estalla un aleteo de murciélagos en plena oscuridad
se acerca el alba
la tierra húmeda me invade
despiertan mis brazos en tu torso
espuma soy en vilo
ojos en ascua
labios que se derraman en tu piel.
La noche se consume.
Por la ventana
se filtran luces violetas
y el aroma a café de la casa vecina.




Tiempos de candidez



No hay otra palabra que te nombre.
¡Ah! Pasas tan rápido, implacable,
que de pronto me veo a la distancia
caminando mis calles empedradas.

Qué cándido mi rostro y mis anhelos
creí en la igualdad
me reunía afuera de un convento
para hablar de guerras
escribí manifiestos
fui a marchas con la bandera de justicia
hablaba de ella como
se habla de una amiga.

Descubrí calles con sangre
mujeres bocaselladas
lavando sus cuerpos
con jazmines.

Creía en el corazón del hombre
inocente flor de loto.

Ahora un poco gris
zurzo mis cicatrices     me remiendo
creo nuevamente
en ti humanidad
tiempo de olvido
me has cubierto de canas y alegrías.


 

 


 Espiral


Hormigas milimétricas
me transportan al gozo
soy luciérnaga en medio de tanta oscuridad.

Miro con el rabillo de mis ojos
el cenicero lleno de colillas
la taza de café sobre la mesa
un vaso de tequila con huellas de mis labios
mi veste sobre la silla
nuestros cuerpos fugaces devorándose.

Atrás de nuestras pieles
noche arrebatada
sanguijuelas ardientes nuestros brazos
caminan, son veneno,
incendio irremediable.

Esta música danza en vibraciones
de tu orilla a la mía
hay espirales             burbujas del deseo.


Poemas del libro Después del hambre, Ed. Lágrimas de Circe, 2017




Espada del infierno



¿Con qué piel debo enfrentar los gritos del viento en mi cabeza?
no sé quién soy
desde la noche en que tomaron mi cuerpo para herirme
      (a cuatro manos ulceraron mis ramas
      a cuatro gritos lloré en la penumbra de sus rostros
      en el silencio más recóndito del día
      en el anonimato más insoportable
      en la cobardía más limpia del escombro)
hice como si no pasara nada
y en mis ojos nació una nube
oscuridad continua
espada del infierno
acuchillándome constante
¿con qué piel debo limpiarme del romero
para recuperar el reflejo cristal de mis pupilas?


Poema del libro: Paisaje sobre la seda




Isolda Dosamantes (Tlaxcala, 1969). Poeta y académica. Desde 1997 se ha dedicado a la docencia en México, China y Canadá. Ha sido reconocida con el Premio Internacional de Poesía Hacia Ítaca, Mar de la Plata 2017, el Premio de Poesía Praxis (2011) y los Juegos Florales de Guaymas, Sonora (2008), entre otros. Fue becaria de: Fundación Alberti, Casa Lamm, del FETA, FONCA y SOGEM. Destacan sus libros Después del Hambre, 2017, Apuntes de Viaje, 2012; Paisaje sobre la seda, 2008. Desde 2012 es Directora del Proyecto Cultural Independiente Galería Casa de la Nube


En CDMX y en el Colegio Español, poemas de Isolda Dosamantes



Ana Franco, Leticia Luna, Isolda Dosamantes Víctor Hugo Díaz


Dedicando poemas

Víctor Hugo Dìaz, Leticia Luna, Miguel Benavides, Carmen Nozal, Isolda Dosamantes. 


Presentan antología con el trabajo poético de tres escritoras mexicanas





Presentan antología con el trabajo poético de tres escritoras mexicanas

·         En la Casa del Poeta Ramón López Velarde se dio a conocer el libro El gen poético en tres creadoras mexicanas: Gabriela Cantú, Isolda Dosamantes y Leticia Luna

El poeta chileno Víctor Hugo Díaz y la editora Ana Franco presentaron la noche de este miércoles 11 de abril el libro El gen poético en tres creadoras mexicanas: Gabriela Cantú, Isolda Dosamantes y Leticia Luna, una antología realizada por el escritor sudamericano.

El volumen, publicado bajo el sello editorial chileno Libros La Calabaza del Diablo, fue presentado en el Café Bar Las Hormigas de la Casa del Poeta Ramón López Velarde, en un acto en que también estuvieron presentes dos de las autoras incluidas en la antología: Leticia Luna e Isolda Dosamantes.

Al comentar el libro, Ana Franco dijo que Víctor Hugo Díazhace una selección de autoras, de distintos libros de éstas y los sitúa en una nueva ubicación bajo el concepto de gen. Me interesa porque no es un libro de e poemas inéditos, sino una reunión de poemas ya publicados ubicados, en un nuevo marco”.

Asimismo, dijo que las voces de las poetas incluidas en el libro “son bien distintas y van del laconismo a la pasión comprometida”, y celebró que en El gen poético en tres creadoras mexicanas  “se presente el viaje de cada una de sus autoras y también el de su compilador”.

Por su parte, Víctor Hugo Díaz indicó que esta antologóa busca ser una muestra de la producción “de tres poetas actuales, presentes y visibles en la escena poética mexicana e hispanoamericana”.

La singularidad y extrañeza del libro, añadió Víctor Hugo Díaz, “es que surge y se organiza a partir de un artículo-reseña acerca de tres libros: Material peligroso, de Gabriela Cantú; Apuntes de viaje, de Isolda Dosamantes, y Los días heridos, de Leticia Luna. Pero su coherencia editorial radica en que la lectura o escáner interpretativo realizado a estas obras se hace extensible a una mirada más amplia y panorámica de la creación de estas tres poetas”.

Hay en este libro, subrayó, “tres miradas, tres voces que hablan claro desde lo femenino, en su diversidad, pero de modo universal, privado y público, no desde una plataforma sistémica, desde la cual generalmente, los resultados no guardan relación o cercanía a lo erótico liberador, lo experiencial y lo estético; como si se tratara de cualquier otro discurso de poder, “ismo” o militancia. En otras palabras, estas poetas no basan o engendran su escritura en discursos o definiciones acotadas, previas a su poesía”.

Finalmente, Isolda Dosamantes dio lectura a tres de sus poemas incluidos en el libro Petit bar, Petit Chicago y Urbes de humo, mientras que Leticia Luna leyó también tres textos suyos que integran la antología: Poema del desierto de Arizona, Caracol de azogue y Ríos de sangre.







Petite Chicago
A Sara Martínez

Desde mi habitación del Bank Hotel
escuchaba tu música nocturna,
los jueves salsa latina,
merengue, chachachá,
y me daban las cuatro,
se erguía entonces un silencio nocturno
un silencio que se rompía
con las carcajadas del último borracho,
o el taconeo sonriente de alguna muchacha.
Los lunes,
los lunes me encantaban,
noche de jazz
y a lo lejos se escuchaba un sax
una guitarra,
la voz de un jazzista de renombre,
los cuatro lunes del Bank Hotel
disfrute el piano y ritmo del jazz desde la cama
lo disfrute bebiendo un vino
fumándome un cigarro,
en el vuelco del placer.
Luego, lunes tras lunes quise beberme un tinto entre tus mesas,
y pasaron semanas,
en que desde el aula de promenade de portage 55
escuchaba el ritmo apenas insinuado de un jazz,
la sombra apenas de ritmo
entre subjuntivos y ensueños.
Lunes tras lunes quise beberme tus vinos tintos
y te miraba con esa nostalgia absurda
de saberte mío, porque eras mi bar,
donde solía leer en las tardes
fumándome un cigarro,
el bar pequeño de Capote,
el de Chicago
el bar de la chica que soñaba siempre en subjuntivos
y no entendía
porqué los demás no podían simplemente dejarse ir,
y soñar, soñar las cosas que adoramos.


https://www.elsoldetlaxcala.com.mx/cultura/en-cdmx-poemas-de-isolda-dosamantes-1617171.html


ADN, El Gen poético en tres creadoras mexicanas





·         La antología realizada por el poeta Víctor Hugo Díaz en torno a la obra de las escritoras Gabriela Cantú, Isolda Dosamantes y Leticia Luna será comentada el miércoles 11 de abril en la Casa del Poeta Ramón López Velarde

Este miércoles 11 de abril, a las 19:00 horas, en el Café Bar Las Hormigas de la Casa del Poeta Ramón López Velarde, se presentará el libro El gen poético en tres creadoras mexicanas: Gabriela Cantú, Isolda Dosamantes y Leticia Luna, una antología realizada por el poeta chileno Víctor Hugo Díaz, quien comentará la publicación, junto con la poeta, editora, profesora y difusora cultural Ana Franco.
El propio Víctor Hugo Díaz señala en la presentación del volumen que “El gen poético en tres creadoras mexicanas es un libro atípico que abre sus páginas en el Hemisferio Sur, en Chile. No como una maniobra antologadora del compilador, sino como una ‘Muestra’ de la producción de tres poetas actuales, presentes y visibles en la escena poética mexicana e hispanoamericana”.
La singularidad y extrañeza del libro, apunta también Víctor Hugo Díaz, “es que surge y se organiza a partir de un artículo-reseña acerca de tres libros: Material peligroso, de Gabriela Cantú; Apuntes de viaje, de Isolda Dosamantes, y Los días heridos, de Leticia Luna. Pero su coherencia editorial radica en que la lectura o escáner interpretativo realizado a estas obras se hace extensible a una mirada más amplia y panorámica de la creación de estas tres poetas”.

El libro, consigna también el poeta chileno, “se monta sobre dos parpadeos, en dos pasos: primero la lectura subjetiva bajo el microscopio de los libros señalados; luego ‘Muestras de ADN’: una selección personal de las autoras que en conjunto nos permite acercarnos y disfrutar de la diversidad y potencia de la poesía escrita por mujeres en el México de hoy”.
En un símil entre el ADN y la poesía como vehículos de creación, señaló por su parte la poeta mexicana Leticia Luna, “el poeta chileno Víctor Hugo Díaz selecciona a tres poetas mexicanas para dar a conocer poesía de nuestro país al público chileno; esto constituye un honor y un compromiso”.

Para él, añadió Luna en entrevista, “la poesía es un don y un gen, un virus que se contagia a los lectores. Desde esta perspectiva compila los poemas y arma un libro que lleva más de dos años trabajando y que hoy se presenta en México, con comentarios de Ana Franco y del propio Víctor Hugo Díaz, bajo el sello editorial de Chile: Libros La Calabaza del Diablo.
En lo personal, añadió Leticia Luna, “agradezco al poeta chileno Víctor Hugo Díaz, y a la editorial Libros La Calabaza del Diablo, el haberme incluido en la presente antología, con poemas diversos y en especial de mi libro Los días heridos, que se publicó en 2007 en la editorial 400 Elefantes de Nicaragua, y en 2008 recibió el Premio Internacional Caza de Poesía, en Los Ángeles, California. Posteriormente tuvo una tercera edición, esta vez bilingüe por UNO Press de la Universidad de Nuevo Orleans en 2010, y ahora aparece en el Gen poético”.
Leticia Luna es directora de Grupo Fuego Azul. Poesía Escénica y de Ediciones La Cuadrilla de la Langosta. Es autora de libros de poesía como Hora lunar (1999), Desde el oasis (2000), El amante y la espiga (2005) y Los días heridos (2007). Gabriela Cantú Westendarp obtuvo el Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde en 2012 y Mención Honorífica Premio Regional Carmen Alardín 2011, además fue becaria del Centro de Escritores de Nuevo León en 2006.
De la poeta y académica Isolda Dosamantes destacan los libros Después del hambre, Argentina, Lágrimas de Circe (Premio Internacional de Poesía, Hacia Ítaca 2017), Apuntes de Viaje (Premio de Poesía Editorial Praxis 2011) y Paisaje sobre la seda.
La cartelera de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México está disponible en http://www.cultura.cdmx.gob.mx/ y en el sitio http://www.cartelera.cdmx.gob.mx; en redes sociales (Twitter y Facebook) @CulturaCDMX.

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Encuentro de poetas en la Galería Casa de la Nube. Voces 2018


Tiempos de candidez


No hay otra palabra que te nombre.
¡Ah! Pasas tan rápido, implacable,
que de pronto me veo a la distancia
caminando mis calles empedradas.

Qué cándido mi rostro y mis anhelos
creí en la igualdad
me reunía afuera de un convento
para hablar de guerras
escribí manifiestos
fui a marchas con la bandera de justicia
hablaba de ella como
se habla de una amiga.

Descubrí calles con sangre
mujeres bocaselladas
lavando sus cuerpos
con jazmines.

Creía en el corazón del hombre
inocente flor de loto.

Ahora un poco gris
zurzo mis cicatrices     me remiendo
creo nuevamente
en ti humanidad
tiempo de olvido
me has cubierto de canas y alegrías.

© Selene Isolda Dosamantes Carrasco Después del hambre 1ª ed.  Mar del Plata: Lágrimas de Circe, 2017       61 páginas Libro Digital – PDF – Archivo Digital - Descarga ISBN 978-987-3857-60-7   1.Poesía I. Tìtulo CDD A861 




El V Nacional de Poetas en la Nube, Voces 2018, fue todo un éxito gracias a los poetas participantes, las maravillosas moderadoras, a púbico que estuvo ahí, escuchando, viviendo, llenándose de palabras. Sobre todo gracias a Hilda y Federico, mis papás que siempre apoyan estas locuras mías con su trabajo tras bambalinas; el ánimo, el mercado, la parte logística de los bocadillos, pero también la parte económica de ello, sobre todo en épocas de crisis. También Katsumi con su apoyo invaluable y de m hijo Yuuki al que le quito tiempo para hacer l parte logística,. 





Isolda Dosamantes organiza el V Encuentro de Poetas Casa de la Nube








Piel presencia       



I
Alguna vez dije, repetí, escuché:
la piel tiene memoria,
sé que la tiene porque al alba
cuando de pronto te encuentro entre las sombras
se enciende la llama del ayer
soy náufraga buscando su panga en altamar.

II
Supe de la casa hecha con piedras del pueblo
con los durmientes del erario público
me recordé arena sobre tu piel
soñé con trenes
se alejaron lentos      esperando.

III
Nuestra desnudez abrasaba
cada centímetro éramos furia de centauro
curva, paisaje novedoso
luz que develó la oscuridad
sonrisa, mano que saluda
sé que nos amábamos en la osadía del otro
ese vernos correr por el valle descubriendo el mundo
viaje a toda hora
andar entre murallas, torres, museos
de prisa con la mochila al hombro
y un boleto de tren
hacia donde todo sucede desde el árbol
hacia la voz milenaria de los dioses
hasta sabernos y olvidarnos
en algún rincón de la última ola visitada.

Miro atrás con una sonrisa que borra el dolor de la ausencia
la luz se aclara
los pasos del que sueña son ya sueño.

V
En medio del desierto
añoré tu voz, tu rosto estremeciéndome
el recuerdo
se fue borrando volutas de arena
fue polvo rojo colgando de la nada
sin una identidad;
pero la piel tiene memoria
me descubrí gimiendo entre las dunas.


VI
Me pregunté ¿quién era la presa?
siempre andaba corriendo hacia el último tren
boleto en mano
las tardes se iban en la lluvia de los cuerpos
la piel danzaba un viaje
siempre humedad,
sal,
aventura
fuimos agua que acarició sus orillas
cazadores y presa
sé que desnudos nos abrazábamos a esta tierra
vivimos
un viaje sin boleto de tren.

VII
Nos comimos el polvo de las ciudades     de los pueblos
caminamos descalzos bajo árboles llorones
sobre el musgo verde de las piedras,
bajo el naranjo llegó la furia de los besos
nos abrazó la tierra cuando el grito
y sus luciérnagas
dibujaron vehementes la orilla de los cafetales:
nos fundimos en el paisaje de luces diminutas.

VIII
Aquél camino de az(h)ar nos inundó
tendidos entre lajas
nuestras curvas eran paisaje
lluvia de agua
incandescencia, risas
fuimos infantes en la poza.

 (Después del hambre, 2017)





Isolda Dosamantes (Tlaxcala, México; 20 de julio de 1969). Poeta y académica. Es maestra en Creación y Apreciación Literaria (Casa LAMM), especialista en Literatura Mexicana (UAM) y el Diplomado en Creación Literaria (SOGEM).
Entre sus libros destacan: Después del hambre, Argentina, Lágrimas de Circe,  2017 (Premio Internacional de Poesía, Hacía Ítaca 2017), Apuntes de Viaje, México, PRAXIS, 2012 (Premio de Poesía Editorial Praxis 2011); Paisaje sobre la seda, México, Verso destierro, 2008 (Juegos Florales Nacionales de Guaymas, Sonora) y Altura Lustral. Sinaloa, UAS, 2000. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, chino y portugués; así como publicada en antologías, periódicos y revistas nacionales e internacionales.
Actualmente es Directora de la Galería Casa de la Nube, donde además imparte su taller de poesía.