18 de julio, Isolda en Huamantla inaugura en III Encuentro Nacional de Poesía Joven.


    Esta tarde de verano, dos días antes de mi cumpleaños comenzó el III Encuentro de Nacional de Poesía Joven 2014 que organiza Tzuyuki Romero, una joven Tlacxcalteca, poeta y narradora que se ha dado a la tarea de organizar diversas actividades literarias en Tlaxcala sin ella la ciudad se hubiera quedado sin actividades literarias, pues aunque hay escritores no hay muchos que sean capaces de donar un poco de su tiempo de su claustro o de su divez a promover el trabajo de los otros, aplaudo pues este trabajo de Tuzyuki y agradezco la amabilidad de invitarme. 


Un día antes de la lectura me llaman a junta, pues sí que al oro día tengo que estar en mi oficina burocrática a las seis, reunión urgente, adiós a mis planes de escuchar a los demás poetas y decirles salud en medio de ese clima frío de Huamantla, pero sí me di el gusto de saludar a los poetas, darles un abrazo y comerme sus deliciosas cerezas recién cortadas ( compradas). La inauguración se llevó a cabo en el Auditorio del Museo del Títere, que es un lugar lleno de magia, éramos dos los poetas que inaugurábamos pero uno de ellos no llegó, sin embargo estaba una poeta de los ochenta maravillosa por su trabajo poético y editorial, así que entre las dos abrimos las lectura y fue ella, Estephani Granda Lamadrid quién dio las palabras de inauguración. Esta tarde antes de que comenzara la lluvia leí uno de los poemas que tengo de China, no quise leer mucho, estaba nerviosa por el regreso pues tenía que estar a las 6 en mi trabajo, llovía y al mismo tiempo tenía una gran nostalgia por China y todo lo relacionado a ese maravilloso país donde viví tres años, además había algo raro que no supe hasta después, semanas después que me contaron el chisme, no lo voy a contar pero me quedó la reflexión de que efectivamente, a veces las personas se ponen sacos que no les corresponden, pero yo creo que les quedan a la medida, o si no, porque se los ponen.

El poema con el que participé se encuentra a continuación y está publicado en Apuntes de viaje, editado por Praxis.



Respiradero

A Edgardo, Pilar y Sebastián
Las calles de Beijín son agridulces
el cielo es bruma
neblina oscura que te ciega
y sin embargo, sus luces arcoiris son caricia
caminas sin el miedo de asalto en occidente,
andas con la confianza del pueblo de la abuela,
con el canto en la boca de una sílaba extraña,
con la certeza de llegar al puerto
tus pasos son libres unas horas.

En cada pensamiento que te aleja
una flor de la vida en el oriente
callejones con sus puestos de fruta
repletos de alegres gritos guturales.

Caminar en Beijing es ser el pez
el alma de si mismo.

El viento flota espeso y no vez nada
sólo tus pies uno tras otro disfrutan su aventura
descubren el silencio de la noche
el canto de los grillos
las flores del verano que termina
adornando los pasos del transeúnte.

Anduve paso a paso sin destino
tropezando con bicis y tenderos
en cada recuerdo una vivencia que cambia de rumbo al pensamiento.

Beijín es siempre gente, noche condensada
en la que te abres pasó como selva
es un disturbio de mente entre los hombres del Tai qi
y el trajín diario, cotidiano, es el huton y el edificio,
el jardín y una barranca de cemento.



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