El mural de Diego Rivera, Sueño dominical de una tarde en la Alameda, fue el telón de fondo que enmarcó el homenaje a la escritora Enriqueta Ochoa. El reconocimiento fue organizado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes y la escritora Leticia Luna, quien comentó que la idea de la velada realizada el viernes 11 de noviembre surgió de los alumnos y amigos que quisieron honrar a la maestra fallecida hace tres años, el primero de diciembre de 2008.
Acudieron a la cita para leer poesía dedicada a la maestra: Jesús Bartolo Bello (Guerrero), Isolda Dosamantes (Tlaxcala), José Falconi (Chiapas), Refugio Pereida (Estado de México) y Leticia Luna (del D.F.), y como moderadora participó Vina Revueltas.
Leticia Luna recordó que Enriqueta Ochoa fue una poeta con una espléndida trayectoria literaria que aportó un trascendente legado a las letras hispanoamericanas: "marcó no solamente las letras mexicanas, sino la vida y la obra de muchos de los poetas de las nuevas generaciones en México.
Más allá de su trayectoria y de su importante dote, es importante rememorar su calidad como ser humano y que las nuevas generaciones tengan siempre presente su obra. Por eso será vital seguir realizando estos reconocimientos para que ella esté siempre presente".
La poesía de Enriqueta Ochoa (Torreón, Coahuila, 1928) ha sido definida de estilo íntimo y diáfano. "Explora la religiosidad, el misticismo y los arrebatos humanos que nacen de los impulsos que inspiran el encuentro con mundos desconocidos, como el del sueño y la muerte".
Como reconocimiento a su labor de maestra y poeta, Enriqueta Ochoa recibió en 1979 la Paca de Oro como Hija Predilecta de Coahuila. En mayo del 2008, Bellas Artes le otorgó la Medalla de Oro y desde 1994, el Conaculta, el Ayuntamiento de Torreón y el Instituto de Cultura de Coahuila, realizan el Certamen Nacional de Poesía Enriqueta Ochoa.
Leticia Luna, quien fue la única escritora que durante el homenaje leyó un poema de la maestra Enriqueta (Bajo el oro pequeño de los trigos) comentó que la maestra dejo escuela: "Tuvo una influencia muy importante en mucha gente. Era una mujer muy respetada, un gran ser humano, con un canto diáfano. Impartió diversos talleres en Jalapa, en el Distrito Federal, en la Sociedad General de Escritores de México, en la UNAM y en su casa donde nos recibía generosamente.
"Más allá de quienes sí tuvimos contacto con ella, es reconocida como una poeta muy importante en las letras mexicanas. Muchas personas quisieron participar en este homenaje, así que estamos pensando en la posibilidad de organizar otro el año próximo si su hija, Marianne Toussaint, está de acuerdo".
Luna señaló que el Fondo de Cultura Económica publicó la obra reunida de Enriqueta Ochoa y desconoce si ya se editó la obra que quedó pendiente de la maestra: Diccionario de las imágenes poéticas.
Entre lo mejor de la creación de Ochoa se encuentran: Las urgencias de un Dios, que escribió a los 19 años de edad y lo publicó Miguel N. Lira; Los signos del ciego, Las vírgenes terrestres, Cartas para el hermano, Retorno de Electra, Bajo el oro pequeño de los trigos y Asalto a la memoria.
Leticia Luna informó que los participantes del encuentro editarán el próximo año un libro dedicado a la maestra Ochoa, en el que participarán los escritores que la conocieron y que ofrecerá anécdotas o narraciones acerca de la poeta, "para seguir conservando su memoria y para que la conozcan las nuevas generaciones".
PRZ México / Distrito Federal
Última modificación: 12 de noviembre de 2011 - 14:22 por la Dirección General de Comunicación Social
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Opiniones