El siete de mayo un día antes de la gran marcha por la paz.
Fue una mañana de sol intenso, de palabras que brotaban entre las olas del viento con sabor a a sol que quería nombrar la palabra paz y nombraba al unísono los versos de la gran poeta Enriqueta Ochoa.
Leí los poemas de Ciudad, de la ciudad que dicen se quedó en coma hace muchos años.
Mi hijo Yuuki y su papá disfrutaron de la lectura,
Yuuki enfermó, demasiado sol para este pequeñin de nueve meses.
Leticia Luna junto a los poetas en la carpa,
Pancho Zapata lee sus poemas.
Editores contraculturales, poeta de Chihuahua y narrador nato José Agustín.
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