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Exitoso encuentro nacional de
poetas en Casa de la Nube
José Luis Puga SánchezPoetas en su nube
Una importante demostración del trabajo poético actual vistió de luces el VI Encuentro Nacional Poetas en la Nube Voces 2019, desarrollado 26 y 27 de abril en la galería Casa de la Nube de la capital tlaxcalteca.
Más de 30 participantes de siete estados y una extranjera ofrecieron a lo largo de los dos días del evento, un muestrario granado y diverso de las letras que hoy día se fabrican. Hablaron por igual del desastre ambiental que de la brutal irresponsabilidad humana. Hablaron de ideologías, de sensibilidades, de sensaciones y de sentimientos. Amor… desamor, las dos caras de una misma moneda. Algunos transitaron por el delgado y sinuoso lindero entre la poesía y la narrativa o hasta el ensayo. O poemas que parecían canciones.
Llegaron poetas del de la ciudad de México, del Estado de México, de Chiapas, de Chihuahua, de Hidalgo, de Nuevo León… y much@s de Tlaxcala, desde escritoras experimentadas como Citlalli H. Xochitiotzin, Gloria Nahaivi, Angélica Minor y algunos más; poetas de medio recorrido productivo como Minerva Aguilar, Alejandro Ipatzi, Sandra Galina mitad poblana y mitad tlaxcalteca; y poetas de relativamente reciente inicio de camino, como el ganador del Premio Nacional de Cuento Julio Torri 2018 Gerardo Lima, Raúl Lozada, Daniela Escobar o Javier Bautista.
Hubo también una mesa de presentación de editoriales. Y ahí se habló de las enormes dificultades que enfrentan los poetas –en este caso, aunque la problemática no es privativa de ellos- para publicar, para hacer circular su trabajo, para dialogar con los lectores. Casi no hay oportunidad para publicar y cuando se logra vencer ese obstáculo, sucede que los libros quedan embodegados, con un mínimo de circulación. Es entonces que los escritores tienen que hacer su mochilita y recorrer oficinas, eventos, escuelas ofreciendo su producto. Pintaron un deprimente panorama.
Y, como casi siempre sucede, hubo ocasión, también, para reverdecer lazos, para restañar heridas de tiempo, para recordar viejos encuentros. Otros, para intercambiar datos y prometerse intercambiar trabajo.
Fue el sexto encuentro. Los cinco anteriores se cargaron exclusivamente a la cuenta de Isolda Dosamantes Carrasco, la tesonera directora de la galería. Poeta ella misma, siente el llamado de la sangre y convoca y convoca, pese a las dificultades económicas que eventos de tal magnitud suponen. Hoy no viajó sola. La beca que el espacio recibe del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) de la Secretaría de Cultura federal, es un bálsamo que mitiga en cansancio del camino.
Sí, hubo quien estaba programado y no llegó, pero hubo quien llegó sin estar programado. La vida brinda compensaciones.
Faltó, notablemente, presencia de las generaciones jóvenes. No llegaron. Gerardo Lima se vio deambular solo, sin la consabida tropa. En la moderación de mesa, junto a veteranas poetas como la propia Isolda Dosamantes o María Irlanda Durán, se mostraron poetas de reciente cuño, como Rosaura Cruz o Gabriela López, pero no más.
Apenas se clausuró el encuentro e Isolda Dosamantes inició la planeación de la séptima edición para 2020. Tiene la mirada brillante y la frente sudorosa, pero el resultado obtenido le regala agua fresca para el camino.
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