POEMAS CONTRA LA VIOLENCIA
https://poesiacontralaviolencia.wordpress.com/2016/08/21/carta-de-confesion-2008-isolda-dosamantes/
El Gen Poético por Víctor Hugo Díaz
... Apuntes de viaje de Isolda Dosamantes, México, DF, Editorial Praxis, 2012, se presenta ante el lector como un pasaporte, un salvoconducto que lleva al desplazamiento permanente, tanto en ritmo, imágenes y viaje. De una ciudad a otra, de una estación a otra, cosiendo ese espacio entre los lugares, los días y los años (los recuerdos). Aquí la voz y la mirada se entrelazan en un hilo que se enhebra en una aguja de tiempo, que va bordando el texto, con la suavidad y agudeza del acero industrial: Se escuchan sus pequeñas patas sobre la tierra,/ Inician el viaje de su piel por las esquinas,/Descansan un momento frente al agua… El viento flota espeso y no vez nada,/ sólo tus pies uno tras otro disfrutan su aventura,/ descubren el silencio de la noche.
En ciertos pliegues del libro los objetos adquieren
personalidad, ya no sólo es materia, forma y nombre, sino también un tú, un él:
Los hombres se abrazan a su árbol,/ lo abrazan como un niño ante su madre,/
lloran en él… se acarician en las ramas y descansan,/ … como si árbol les
hablara,/ …Los hombres se golpean contra el árbol,/ le pegan con firmeza en la
coraza/ y la fortaleza del árbol se hace suya,/ la sombra de los hombres son
sus ramas.
Llama favorablemente la atención en Isolda, el contrapunto
generador, un A v/s B = C, es decir, el “paso” en un mismo poema o un mismo
paisaje escritural, desde un elemento cargado de suavidad cultural en un
instante; a otro en que se transforma el sentido, hasta terminar en la dureza
áspera del desarrollo urbano moderno, afiches del hoy, tajadas de ahora; cuando
caminar es ser un pez y donde lo que flota es espeso: … la ciudad vive las
flores,/ las crece, las corta, las cultiva,/ las hace de cartón,/ de masa, de
madera … En China todo gira,/ las voces danzan en círculos precisos,/ los
albañiles construyen edificios en semanas, o donde sólo se tiene el trajín
diario… el edificio,/ el jardín y una barranca de cemento.
Por momentos la enumeración de lugares, tiendas, objetos y
comidas, adquieren en sí su ritmo propio: al final compré tortillas/ y
cigarrillos baratos,/ cigarrillos de los indígenas,/ cigarrillos piratas. Ritmo
tanto en respiración como en sucesión de imágenes, o mejor dicho, en ese gesto
móvil en que las siluetas y las situaciones se exponen ante el ojo. Por ejemplo
esa voz que viaja desde la ciudad más contaminada, Las calles de Beijing son agridulces/
el cielo es bruma/ neblina oscura que te ciega;/ sin embargo, sus luces
arcoíris son caricias, hasta luego aparecer en el punto más alto de
Norteamérica; porque es el cuerpo, su significado y su memoria lo que se
desplaza en este libro ágil y potente, como mirarse a los ojos Mírame de frente, escúchame,/ déjame escuchar
tu piel,/ vengo de lejos como muchos,/vengo del norte y hablo inglés.// Montaña
de Mont Royal,/ ciudad de los sueños del artista.
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Tetería del camino
http://revistaliterariamonolito.blogspot.mx/2016/05/poemas-por-isolda-dosamantes-y-diego.html
Monolito XXIII te presenta los poemas “Tetería del camino” por Isolda Dosamantes y “Una tarde de puños cerrados” por Diego Rodrigo Illescas Díaz.
Isolda Dosamantes
Tlaxcala, México 1969. Es Maestra en Creación y Apreciación Literaria, Especialista en Literatura Mexicana del Siglo XX. Tiene el Diplomado en Creación Literaria de la Sociedad General de Escritores de México. Ha sido Premio Praxis 2011, por Apuntes de Viaje (Praxis, 2012) y Premio Nacional de Poesía de los Juegos Florales de Guaymas, Sonora, 2008 por Paisaje sobre la seda (Verso destierro, 2008), Mención Honorífica en el VII Concurso Iberoamericano de Poesía Joven Navachiste 1999 por Altura Lustral (UAS., Fundación Navachiste, 2000) y en el Premio Estatal de poesía Dolores Castro por Halo del Alba (1999). Ha publicado también Un grito en el Arca, Gótico Florido y Utopías de Olvido. Es directora del Proyecto Cultural Galería Casa de la Nube, donde han expuesto más de 30 artistas plásticos, y realizado más de 50 actividades literarias, entre las que destacan dos encuentros de poesía.
Tetería del camino
Poema del libro Huellas de Oriente
En las tarjetas aparece
la noche desdibujada
el duende matutino que baila
que brinca de una sílaba a otra
hay también una musa
que posa su mirada en el paisaje
se oye su canto
como la citara de un verso
como la mano astuta de una chica
vestida de qipao
tocando delicada, con gracia su guqin
mientras el tiempo pasa
bebo un té wūlóng
y escribo estos poemas.
Bacalar e Isolda Dosamantes
Hace un poco más de veinte años, una mañana amanecí frente a la laguna de siete colores, Bacalar me arropó en su Casa del Escritor, amanecía con el aleteo de los murciélagos saliendo de la oscuridad de los árboles en busca de sus cuevas, con los atardeceres y sus cantos pájaros, con los aluxes tocando en mi ventana, con la sonrisa de Victoria, mi amaga hermana con la que descubrí una maravillosa forma de ver la vida y además quien en medio de su imaginación me nos envolvíamos en historias que brillaban de realidad, fuimos felices con la pluma en la mano, con la computadora del pueblo con los piratas que robaban trozos de corazón con el M`en contándonos futuro, de esta experiencia apoyada por el maestro José María Fernández Unsaín, Director de la SOGEM y el Gobierno de Quintana Roo, surgió un libro, el primero y arriesgado , Bacalar Sueño de Agua, que contiene poemas de mi autoría y cuentos de Victoria Santillana Andraca, hoy fui feliz pues a alguien se le ocurrió leerlos y nómbralos en una tesis de licenciatura, dejo el link, pues la tesis nos lleva a Descubrir las maravillas turísticas que nos ofrece Bacalar y que hay que defender como un lugar maravilloso y natural.
http://192.100.164.54/G/G155.T89.2008-49983.pdf
http://192.100.164.54/G/G155.T89.2008-49983.pdf
Esta invitación fue subida al face el 11 de julio del presente.
22 de abril en el Faro de Oriente
Leyendo del oriente:
Poemas de Huellas de Oriente... Ruta ocupa, pasto verde...
Declaración
de fe
Fábrica
798
Tetería del camino
Poemas de Huellas de Oriente... Ruta ocupa, pasto verde...
Declaración
de fe
Me gusta viajar abuela
he andado por los rincones de la Ciudad Prohibida
la tumba de Mao
los jardines de petunias.
Disfruto respirar a la orilla de un lago
bajo la sombra de un sauce
andar en trenes
tomar té.
He gozado de cielos repletos de cometas
del desierto, sus dunas inmensas en el Gobi
y templos budistas.
Me gusta rezar abuela
como me enseñaste con las manos unidas
en las ermitas,
frente a un árbol
en la puerta de una iglesia
(en la montaña púrpura me bendijeron los monjes)
y cuando cae la noche en un túnel de bambúes
busco deseos por cumplirse y me santiguo.
Me gusta viajar,
mañana parto abuela, me voy al sur
llevaré abrigos y un libro para leerme
mientras sueño.
Fábrica
798
Un pato.
Ayer anduve caminando
por entre callejones
una bicicleta, dos patos
un canto que asomaba desde la ventana.
Hoy mientras comía en la calle
autos
silbido gutural entre
sombrillas
tres patos
el lago es una pista de trineos
los abrigos andan paseándose
entre los vendedores de frutas
y peces.
Un pato y tres
un hombre da masajes mientras
observa la danza de abanicos.
Ocho patos
en la 798 hay fotografías
dibujos,
pinturas,
casas de artistas donde se
escucha el cua, cua, constante de la tarde.
Tetería del camino
En las
tarjetas aparece
la noche
desdibujada
el duende
matutino que baila
que brinca
de una sílaba a otra
hay también
una musa
que posa su
mirada en el paisaje
se oye su
canto
como la
citara de un verso
como la
mano astuta de una chica
vestida de qipao
tocando
delicada, con gracia su guqin
mientras el
tiempo pasa
bebo un té wūlóng
y escribo
estos poemas.
Reuniòn súbita de poetas leyendo al amor 14 de febrero 2016
Isolda
Dosamantes, México 1969.
Selección del libro Un grito en el Arca, Tesis de maestría
en Casa Lamm, Ediciones Matonzo 2010.
Tanatos
En
el hotel hurtaste:
jabón,
champú, enjuague y cenicero
no
olvidaste llevar la botella de tequila
ni
el cepillo de dientes.
Aún
sobre el último halo de la noche
con
el vestido roto y las pestañas en el suelo
entre
el placer del grito contenido y la burbuja
me
quedé pensando sin hablar
en este vientre que aún percibe tu calor.
Espiral, rumor marino
I
Entre la tesitura del tenor
se enreda el río de las palpitaciones.
De los hilos que bajan de la noche
en el arco del sol,
se forma el pentagrama y sus colores
son las notas que escucho,
en el caracol nocturno de mi vientre.
II
Su voz escala el arcoiris,
pentagrama del viento,
en la espiral que nace de mis piernas.
III
El beso camina
sigue al eco de su canto,
sibarita en la ciudad del vértigo
a la velocidad del automóvil,
su saliva, nos nombra caracoles.
En el manzano: una espiral
El caracol es vértice
donde se une la mirada al abismo
en los ojos del otro que en la
espera
sucumbe ante la mano y el silencio.
A partir del inicio de su canto
la piel es una sola entre la bruma
que deja el vaho sobre los vidrios
y la noche
se
cae
de
golpe
sucumbe al encuentro de otro día.
Aquí debería...
Puedo volar en tu mirada y con tus
manos,
llegar al silencio de los besos,
ser gaviota entre tus brazos,
revolotear noche tras día y
descubrirme;
puedo cantar por ti en estas coplas
y, sin embargo,
no voy pronunciarte porque llevas
marcado en el corazón otro destino.
La transgresión
A veces, como ahora, me acurruco
entre sombras que deja tu recuerdo
enlazado a mi piel con la ponzoña
del saber lo amargo del azúcar,
entonces tomo un trozo de ceniza
e invoco a la luciérnaga nocturna,
que ha cegado la voz de mi cabeza.
Tus brazos confusos me tomaron
y nació, entre las lámparas de neón,
un halo de vehemencia entre mis
muslos
-reflejo de tu mirada hacia mis
labios-,
un automóvil a doscientos Kilómetros
por hora,
un ir con vuelo directo a Casiopea,
un vértigo de hotel y de amasiato.
Es necesario que llegue la
luciérnaga
y nos robe discreta tanta luz
o mejor, que la haga eterna.
Un grito
en el arca
La
tarde bebe un eco de tu ausencia
toma
de mí la voz
abraza
en cada gota que se escucha
esa
mirada cómplice
en
medio de los rones, veo tus labios
es
domingo y no llegas
el
viento abraza mi rostro del hastío
las
horas son tormenta
flagelo
que perturba hacia el reloj
a
la mirada ausente
en la presencia inmóvil de tus
manos.
Esporas de
cristal
El tiempo es una espora detenida
en el incendio de las pieles en
auxilio
mientras navega por las aguas de mi
entraña
la sensación del remolino del otoño
y cruzo los dedos como al polvo
para que pare el vértigo y reinicie
al instante siguiente entre tus
labios
entonces ya no puedo detenerlo
y crece tolvanera entre la sangre
vorágine de peces asustados es mi
vientre
mientras se empañan las ventanas de
tu auto.
Hélices
marinas
Soy el mar de tu reposo
el mar que te sorprende con sus olas
el mar que te lleva en la espuma
del vértigo al abismo
soy esa marea que te embriaga en las
noches
la que se entrega sin más a tus
abrazos
te llevo entre mis aguas de la noche
hago de tus besos el ritual
donde la espiral espera entre la
arena
la llegada del canto que despierte
la piel del caracol que se calcina.
Nuestros viajes
Bebimos en la fiesta, el bar y la
cantina
entre los muros de tu casa
en los rincones del patio
en el silencio del otro
bebimos nuestros cuerpos y las
noches
al alba sonreíamos,
su aurora nos devolvía a la ciudad
Entre el ruido de la gente nos
bebimos.
Dionisio y yo
Soy
espuma que surge del silencio
serpiente
sobre tu aroma.
Cuando
los pájaros trinan
aún
tu cuerpo
acaricia
la parte más profunda de mi pubis;
soy
saliva que ondula tu voz
bebo
el mar que surge de tu frente.
Reímos
entre sábanas viejas
mientras tu voz pronuncia las letras de mi nombre.
Isolda
Dosamantes, (Tlaxcala, México 1969). Poeta y Académica. Es maestra en Creación
y Apreciación Literaria (Casa LAMM), Especialista en Literatura Mexicana (UAM)
y tiene el diplomado en Creación Literaria de (SOGEM). Ha publicado Apuntes de viaje. México, Praxis, 2012, Un grito en el Arca, 2010, Paisaje
sobre la seda. México, Verso
destierro, 2008, Gótico Florido. México, Mub editoraz ,
2001. Altura Lustral. Sinaloa,
UAS., Fundación Navachiste, Col. El Jején africano; 2000. Utopías
de Olvido Tlaxcala, México. ITC, CONACULTA. Colección Brizna, Serie Mayor
1997 y el libro Bacalar Sueño de Agua junto con la narradora Victoria Santillana. Q. Roo., México; 1995. Ha sido becaria de la
Fundación Alberti, del FONCA en su programa de Coinversiones y como joven
creadora del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Tlaxcala (1997 y
2000) y en el 2012 recibió la beca de Creadores con Trayectoria. Algunos de sus
poemas han sido traducidos al chino y al inglés. Fue profesora invitada de la
Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing y Relaciones Exteriores de
México (China, 2004-2007). Así como profesora de tiempo completo de la
Universidad Autónoma de México en sus sedes de Taxco y Canadá (2007-2010).
Actualmente es Jefe de Materia de Español en el Colegio de Bachilleres de
Tlaxcala y directora de la Galerìa Casa de la Nube.
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